Supón por un momento que soy otro.
Una cáscara vacía o un caparazón roto.

Que no visto esta cara ni este cuerpo.
Que la voz no sale de dentro,que suena como un lejano eco.

Supón que las risas te llegan de ningún lado.
La química es de tu cerebro y las miradas son de soslayo.

Las palabras te las relata la radio.¿Los escritos? Son de un tal Mario.
La sonrisa,los guiños,abrazos y mimos,no son los míos,son de un tal Tino.

Supón que soy todos y ninguno,que soy tu pasado,presente y futuro.
Supón que por suponer,no derribas el muro.

Que por ello te pierdes minutos y horas,días y siglos,
el obsequio de sonrisas,te quieros y mimos,
dulces palabras y bellos escritos,
de este ser que está malherido,
con cuerpo y cara feos pero corazón embravecido.

Así pues,supón por un momento que soy otro,deja que dicho momento muera y vive conmigo.