Abrió sus alas de par en par y me dejó entrar.Y como una sola ave nos dispusimos a volar.El horizonte como destino y el cielo estrellado como telón de fondo.Juntos,unidos en estrecho lazo vimos pasar los kilómetros y las horas y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos en el fin del camino.
Y es que disfrutamos tanto del viaje que no llegamos a ver ni un peaje.Por que la vida se los cobra pero si se pagan a medias,no cuesta tanto.