Se fue despacito,de puntillas,sin hacer ruido. Detrás dejó un mundo hecho escombros,con escaleras empedradas vestidas de un característico verde color musgo. Unas desvencijadas estanterías donde otrora hubo adornos,hoy por hoy miran hacia el abismo al que se precipitarán si tan solo uno de los tornillos que las sujetan cede un poco más. Los suelos crujen con cada paso,y es por eso que se tuvo que ir flotando. Las lámparas tan siquiera sostienen vida,las arañas que en otra vida habitaron éstas,hace tiempo marcharon en busca de comida a otro lugar. Tan sólo se ve,erguido,en el centro de toda la masacre,un espectacular árbol,con unas hojas tan verdes como el color esperanza. Y es que amigos y amigas,la vida,siempre se abre paso.

Comentarios

Entradas populares de este blog