La lluvia caí sobre su rostro,haciendo de ésta un momentáneo reflejo del espejo de plata que asomaba en el azul celeste.
Y mientras se dejaba acariciar por la madre de todas las cosas,su mente empezó a divagar.A pensar en qué momento de su vida le guió a este pueblo dejado de la mano de todos los dioses.Qué decisión había o no había tomado para que a punto de morir de hambre se sintiera tan llena de vida.Quizás sean esos esos últimos momentos,apunto de entrar en el túnel,en los que echas la mirada atrás y en los que te sientes vivir.Pero nada de eso ya importaba,atrapada bajo 2 toneladas del metal que forma su coche y sin la posibilidad siquiera de cortar su pierna como vio en aquella peli..Aunque ella no estaba hecha de esa pasta,no sería capaz.Sí era en cambio capaz de dedicar sus últimos momentos a escribir en su móvil sin cobertura sus últimas palabras.
Os quiero,me quise y cuando me perdí me he encontrado.Me quiero.Estoy bien mamá,no llores.