¡Buumm!. Después el silencio

Rebano otro trozo de carne mientras me pregunto quién podría disfrutar semejante show.
Pienso en las deudas que tengo y en que desearía que mi hermano estuviese aquí en mi lugar, no, no es verdad, lo pienso porque él ya no está entre los vivos. Hace años que abandonó esta cruel existencia. Quizás ahora clave el cuchillo, nada demasiado doloroso, es preferible empezar de apoco y luego seguir "in cressendo". Es curioso las cosas que uno puede imaginar en estas situaciones tan dispares. Otro cacho de piel y esta vez vierto un poco de sal.
Gritos y pataletas hasta que vuelve el sinelcio, intento pensar en cosas bonitas para acallar los nervios, pienso en mi pequeña, en que hago esto por ella, sino me hubiese endeudado tanto podría estar tomando un helado a su lado, en lugar de ofrecer entretenimiento bizarro a un lunático. Vuelvo a coger el cuchillo, saboreo su salado néctar y pienso, quizás esta vez pruebe algo más original, me advirtieron que si el cliente pierde el interés el contrato se anularía y no recibiría el dinero. Dinero que servirá para cubrir esas deudas y quizás solventar el futuro de mi dulce Amelia. Espero que algún día sepa perdonar a su padre por esto que estoy haciendo. Opto por cortar el talón de Aquiles y los gritos comienzan de nuevo. No quiero defraudar al cliente así que acallo los gritos con un sonoro martillazo en la cabeza y veo la sangre fluir. Espero unos minutos, parece que la actuación le está gustando hasta el momento. Ojalá el estuviera en esta habitación y fuera objeto de estos instrumentos. ¿Por qué alguien pagaría tanto dinero por ver el sufrimiento de un pobre hombre?
Aparto ese pensamiento de mi cabeza y sigo con mi tarea, esbozo una sonrisa porque creo que al cliente le gustará y poco a poco voy sacando una tira de carne como si de un jamón se tratara. En estos momentos de crisis lo normal es preguntarse qué es lo que uno hizo en la vida para acabar en tal situación. Yo sé lo que hice y además nunca fui uno de los normales. Más gritos y lágrimas y yo pensando en el día que mi hermano dejó previamente este mundo, atropellado por un ricachón, quizás el mismo que esté ahí arriba sentado disfrutando el dolor ajeno, yo no disfruto todo esto desde luego. Encima el muy hijo de puta que le atropelló se libro de los cargos por que mi hermano estaba a tres metros y veinte centímetros del paso de peatones a pesar de que el iba a casi el doble de la velocidad permitida. En fin, no creo que pueda aguantar esto mucho más, espero que el cliente tenga más que suficiente, pienso en la forma de la ejecución y en ese mismo momento se ilumina en el atril la pistola. Qué raro que después de todo esto quiera que las cosas acaben tan rápidamente, ¿Una reunión de negocios quizás? Bueno, no seré yo quien le discuta, cojo el arma, compruebo que está cargada. Aprieto el gatillo,¡¡Bumm!! Después silencio,
El disparo me ha dejado sordo, aunque con parte de mi cerebro desparramándose por el suelo, ese es el menor de mis problemas. Mi hija ,mi hermano, yo.

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